Santiago de Compostela lleva siglos atrayendo a visitantes y peregrinos de todo el mundo gracias al Camino de Santiago. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985, es la ciudad más cosmopolita de Galicia y su emblema es la Catedral.
Su monumento más famoso, la Torre de Hércules, es un faro romano que continúa ayudando a los marineros. En la ciudad destacan los museos Arqueológico y de Bellas Artes, así como la llamativa Casa de las Ciencias, el Domus o “Casa del Hombre” y el Aquarium Finisterrae, el mayor acuario interactivo de Europa, con 9 millones de litros de agua y más de 300 especies.
Encontramos bosques autóctonos y profundos cañones formados por los ríos Sil y Miño que llegan a los 500 metros de profundidad. Es necesario destacar la pequeña cascada de Loureiro en la subida hacia el monasterio de Santo Estevo, así como la garganta granítica en la que el río Mao se encuentra con el Sil, cerca de la aldea de Cristosende.
Un rito para todos los que visitan Galicia. Desde Santiago el viaje se hace por Noia, bordeando la ría hasta el pintoresco puerto de Muros. Continúa la ruta por la amplia ensenada y arenal de Carnota, el mítico Monte Pindo y las cascadas de Ézaro hasta empalmar en Cee con la clásica ruta de la Costa da Morte
Destacan la gótica iglesia y claustro de San Francisco, los templos de la Trinidad, Santa Eufemia, Santa María la Madre y el antiguo Palacio Episcopal, que alberga un amplio museo con interesantes colecciones de arqueología. Singulares son las Burgas, fuentes termales cuyo origen ha dado lugar a diversas teorías. Sus aguas alcanzan temperaturas que rondan los 70 grados centígrados.
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